Disfrutar de un buen queso es sin duda uno de los mejores placeres gastronómicos, tanto es así, que España es uno de los principales exportadores de este producto a nivel mundial.
La denominación del Queso Manchego, comprende la mayor comarca natural de nuestro país, situada en el centro de la península ibérica. Su extremo norte se encuentra a 50 kilómetros de Madrid y tiene una extensión de 35.000 Km2 con distancias máximas de unos 300 km de este a oeste y unos 200 de norte a sur. Su clima es extremado con oscilaciones térmicas superiores a los 50ºC y lluvias escasas (375mm anuales) irregulares y vientos variados.
Aunque esta combinación pueda parecer la receta perfecta para el caos más absoluto, son las condiciones propicias para la oveja manchega. Una raza que cuenta con dos variedades; blanca y negra y que producen, en el caso de la primera, el 90% de los efectivos empleados para la elaboración de queso manchego.
El Consejo Regulador DO Queso Manchego, presenta con Alberto Chicote un producto muy nuestro
Con intención de que el consumidor final sepa diferenciar un auténtico queso manchego, el Consejo Regulador DO Queso Manchego ha creado una campaña apadrinada por Chicote, uno de los chefs más prestigiosos de nuestra geografía.
Este spot de televisión nos explica cómo diferenciar el producto y por supuesto las cualidades del mismo. Hoy las queremos compartir con vosotros y resumirlas en 7 sencillas características para que escoger un Queso Manchego con Denominación de Origen sea una tarea fácil:
1. Maduración mínima: El manchego es un queso de pasta prensada, elaborado con leche de oveja de raza manchega con una maduración mínima de 30 días para quesos elaborados con leche pasteurizada en tamaño iguales o inferiores a 1,5 kg y 60 para otros formatos.
El tiempo máximo de maduración es de 2 años. Por supuesto, la leche tendrá que estar exenta de productos medicamentosos, ya que pueden incidir negativamente en la calidad, elaboración, maduración y conservación del producto.
2. Exterior: por fuera un queso manchego tiene una corteza dura, sin parásitos y de color amarillo pálido. Otra identificación visual de nuestro queso son las marcas de los moldes tipo pleitas (como os explicamos en el apartado de nuestra historia y orígenes, se trata de tiras de esparto trenzadas y usadas para prensar y dar forma al queso) y tipo flor (antiguamente talladas en madera a mano) en las caras planas. Es decir, ya desde su forma es fácil reconocer un queso con denominación de origen manchego.
3. Interior: firme, compacto y de color variable. Podemos encontrar quesos que van del blanco, hasta tonos más marfiles. Su olor lácteo es también muy característicos y en boca deja un gusto ligeramente ácido, fuerte y sobre todo lleno de sabor. Es sin duda un manjar agradable al paladar y peculiar, ya que la leche de oveja manchega tiene un sabor muy característico.
4. Etiqueta: Todo queso manchego debe llevar en la etiqueta denominación “Queso Manchego”. Otros conceptos como “artesano” o elaborado con leche curada, deben aparecer igualmente reflejados.
5. Caseína: La plana de caseína asegura en cada porción el identificativo de Queso Manchego. Debe estar incrustada en la corteza en la parte opuesta a la etiqueta comercial. “D.O.P Queso Manchego” y una serie de cinco dígitos y dos o tres letras.
6. Contraetiqueta numerada: Encontraremos esta etiqueta adherida a la etiqueta comercial, con el logotipo de Denominación de Origen. Es quesos pequeños y cuñas, irá marcada en la esquina superior derecha.
7. Logotipo Europeo: El Queso Manchego cuenta con este reconocimiento a nivel europeo.
Diferenciar un Queso Manchego es sencillo, pero si en algún momento tenéis alguna duda, el propio Consejo Regulador cuenta con una web propia en la que explica mucho más sobre este producto artesano que llevamos décadas elaborando en Quesos Sanabria y que está a vuestra disposición en nuestra tienda online.
