El queso de oveja es uno de los mejor valorados por su intensidad, aroma y sabor. Se elabora a partir de la maduración de la cuajada de la leche, se trata de un producto muy versátil que podremos degustar como aperitivo, postre o elaborado en recetas de pasta o salsas.
Si hablamos de quesos recocidos, no podemos obviar el queso curado manchego, en nuestro caso Don Julián. Queso de oveja con denominación de origen la mancha, elaborado únicamente con leche de oveja manchega. No obstante, existe un gran abanico de variedades entre las que cabe destaca el queso fresco o requesón. Otros tipos, reconocidos internacionalmente como el roquefort, la mozzarella o el pecorino, también están elaborados a partir de leche de oveja.
Todos estos quesos tienen en común las proteínas y calcio con las que cuentan. De hecho, si analizamos el valor nutricional por cada 100 gramos de queso de oveja curado, obtendríamos:
Calorías: 420 kcal
Proteínas: 32 gr
Grasas: 32 gr
Hidratos de Carbono: 1 gr
Calcio: 1.200 mg
Magnesio: 50 mg
Sodio: 670 mg
Potasio: 100 mg
Fósforo: 560 mg
Propiedades
El queso de oveja es una fuente de proteínas, fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo, así como para el desarrollo muscular. Cuanto más curado sea el producto, su valor calórico será más alto. Aunque el queso sea un gran manjar, debemos tener en cuenta que su consumo debe hacerse dentro de una dieta variada.
Rico en calcio, nuestro queso de oveja ayuda al fortalecimiento de los huesos. Según la Fundación Española de Nutrición, es una aportación perfecta de calcio en pequeñas cantidades del alimento.
El fósforo, también ayuda en las primeras etapas de la vida a la formación de huesos y dientes. El magnesio o el zinc, previene problemas de anemia o la osteoporosis.
Por lo tanto, el queso de oveja nos ayudará a mantener una dieta sana y variada, aportando todos los nutrientes, proteínas, calcio, magnesio y zinc que nuestro organismo necesita para mantenerse fuerte y equilibrado. Además, para aquellas personas con problemas digestivos asociados a la lactosa, la leche de oveja es menos pesada tanto en forma líquida como sólida, por lo que podría llegar a ser una buena alternativa, siempre y cuando nuestro médico no nos indique lo contrario.
